“El tiempo perforado” — René Magritte.
“El tiempo perforado” (1938), de René Magritte.
Lo vi y me recordó a Mingo, mi abuelo ferroviario: un tren y un reloj en un mismo cuadro (además, sabía la hora de memoria, un don natural que tenía).
Lo que más destaca es el ferrocarril, y luego el reloj y el espejo. Hay quienes dicen que el tren marca que hay “un solo sentido, una sola vía”, y que el espejo reflejando las velas y el reloj es sinónimo del pasado, lo que “está atrás”.
“Mis cuadros son una manifestación visual de la poesía”, decía Magritte (leí por ahí). No termino de entender: según algunas fuentes, busca que cada uno interprete su significado propio; por otro lado, leí que René no quería esta búsqueda ni ninguna porque hacía que se perdiera… ¿el misterio poético?
Títulos que no son explicaciones a las imágenes, sino que son de corte más poético. ¿Qué tiene que ver “El tiempo traspasado”con la imagen? Algo seguro que sí. De todos modos, me recuerda a Luca Prodan (lo voy a citar mal, pero de memoria): “¡Acá en Argentina los títulos de longplay son una cosa…! ‘¡Cucuchí! ¡Cucuchí!’. Nosotros le pusimos ‘Divididos por la Felicidad’: dos ballenas muertas sobre la playa [la portada] y listo. ¡No piensen el significado! ¡Solo compren el disco!”.
¿Debo no pensar los significados que pueden tener las obras? Siempre me invito a pensarlos, o sentirlos, o reflexionarlos, buscale el término que quieras. El problema no está en querer tener preguntas, sino en creer que hay respuestas sí o sí. Esto es como la filosofía, a veces una pregunta no tiene respuesta, o tiene como contestación… ¡otra pregunta!
